lunes, 13 de junio de 2011

Sin cortarme un pelo

¡Parece que las estrellas me indican que siga con ánimo con mi proyecto!
Acabo de regresar de la comida.
En el parque empresarial en el que trabajo sólo hay empresas de negocios, ingenierías, editoriales, publicitarias, etc. Son grandes edificios con tres plantas e inmensas superficies.
En el recinto del parque hay un buen número de restaurantes donde podemos usar nuestros vales de comida, un gimnasio bastante pijo con todo lo imaginable, un estanque con patos, etc, etc.
Explico esto para que se entienda que no es en absoluto habitual, que un día como hoy, junto a la mesa en la que a diario como sóla, y en la que normalmente comen "yupis" ¿cómo se escribe esta puñetera palabra?), que trabajan en el parque, se han sentado un chico y una chica sin tarjeta identificativa colgada del cuello que nada tenían que ver con el ambiente del restaurante.

El despliegue de ropa de niños que el chico le ha mostrado a ella sobre la mesa, ha llamado mi atención.
Sobre todo ropita interior, camisitas, braguitas, cositas con ribetes de ganchillo...¡vmos!lo que yo voy buscando para PIKAPIKAME.
Era un comercial que debía haber quedado con esta chica para enseñarle el muestrario, y al tiempo que ella lo ha visto, también lo he visto yo de reojillo.

Pues sí, SIN CORTARME UN PELO, les he pedido disculpas por interrumpirles, y le he dicho a Ángel, como me ha dicho que se llamaba el muchacho, que si me daba una tarjeta para hablar con él.
Como al buscar en su monedero ha visto que no le quedaba ninguna, me ha dado su teléfono y he quedado en que le llamaré.

La vida está llena de señales...hay que estar muy atenta.

No hay comentarios: